MADRID, 13 (EUROPA PRESS)

El selectivo Nikkei, principal índice de referencia de la Bolsa de Tokio, ha cerrado la sesión de este martes con un avance del 2,89% que le ha permitido concluir en los 37.963,97 puntos, su nivel más alto desde enero de 1990, aupado por el repunte de las empresas tecnológicas y la debilidad del yen, así como los renovados máximos en Wall Street.

De este modo, durante la sesión del martes el selectivo de referencia nipón ha llegado a superar brevemente la cota de los 38.000 puntos y se aproxima así a niveles máximos históricos.

De su lado, el índice Topix cerró la sesión con un repunte del 2,12%, hasta los 2.612,03 puntos, en máximos desde febrero de 1990.

Entre los valores más destacados en la sesión de este martes en el parqué tokiota, las acciones del fabricante de semiconductores Tokyo Electron fueron las que registraron las mayores subidas del selectivo, con un repunte del 13,33%.

De su lado, las acciones del conglomerado SoftBank se anotaron un alza del 6,27% y ya suben más de un 40% en lo que va de año, impulsadas por la euforia respecto de su participada Arm, que controla en un 90%.

"El repunte del Nikkei ha recibido un impulso adicional al ser Arm Holdings la última incorporación al frenesí de la IA después de los sólidos resultados de la semana pasada", dijo Charu Chanana, jefe de estrategia cambiaria de Saxo Markets, al diario 'Japan Times'.

"Si el Nikkei alcanza un máximo histórico en el corto plazo, eso sería antes de lo que pensaba", dijo Masahiro Yamaguchi, analista senior de mercado de SMBC Trust Bank, a Bloomberg, añadiendo que, a pesar de la cautela sobre los niveles actuales, el repunte de las acciones relacionadas con los semiconductores gracias a la mejora de las ganancias y la narrativa de la IA "no se siente fuera de lugar".

En el mercado de divisas, la cotización del yen se debilitaba frente al dólar a mínimos desde el pasado mes de noviembre y volvía a rozar los 150 yenes por cada 'billete verde'.

En su última reunión de política monetaria, el Banco de Japón decidió a finales de enero mantener sin cambios su política monetaria extremadamente acomodaticia sin ofrecer pistas de una próxima estrategia de salida.

De este modo, el banco central nipón confirmó el tipo de interés de referencia en el -0,1%, sin cambios desde enero de 2016, además de asegurar que seguirá aplicando su política de control de la curva de rendimientos de la deuda pública, permitiendo que la rentabilidad del bono de Japón a 10 años aumente hasta en un punto porcentual respecto del nivel objetivo, mientras que continuará con sus compras de bonos soberanos a gran escala según sea necesario.